mayo 12, 2011

Peligro, las herramientas te cambian de objetivo

Generalmente buscamos en las herramientas que empezamos a utilizar la respuesta a un problema. Tenemos una necesidad que queremos cubrir, y creemos que una determinada herramienta la cubre: necesidad de llevar el control de incidencias, necesidad de orden en el desarrollo, necesidad de comunicarnos,...

Generalmente estas herramientas acaban fagocitándonos y cambiandonos el objetivo que queríamos alcanzar con ellas. Nos olvidamos de nuestra necesidad inicial, y alimentamos al monstruo en que se convierten.
En vez de minimizar las incidencias, nos quedamos satisfechos con que estas estén en la herramienta de control. En vez de procurar aprender a desarrollar software, nos quedamos tranquilos sabiendo que seguimos los pasos de una metodología -herramienta- que nos dicen que es buena. En vez de hablar, nos comunicamos por messenger o por correo electrónico.

¿cuando ha sido la última vez que pensaste que las herramientas te dominaban?

3 comentarios:

  1. Entonces, ¿nos cargamos el jira? :D

    ResponderEliminar
  2. hola joserra!
    Hace exactamente un año y cinco meses tuve la oportunidad de empezar un proyecto de larga duración, así que decidí que era el momento de hacer TDD + C.I., etc. Durante los primeros diez meses del proyecto no escribí ni un sólo test realmente útil ( hubo a ratos que pensé que sí, pero era que no.. :-) ). Eso sí: conseguí instalar y echar a funcionar hudson, jira, checkstyle, pmd y toda la polka. Un montón de herramientas funcionando para... ¿Para qué?

    El objetivo no era instalar hudson o tralari, ni siquiera hacer c.i. o tdd. El objetivo era "entregar periódicamente valor a mis clientes, minimizando los fallos del software entregado". Haber dominado el testing debería haber sido mi única obsesión.

    Además, cuando empiezas con una herramienta que no dominas y consigues echarla a andar, te da ya casi igual que querías hacer con ella, y te centras en adaptarte a la configuración que has conseguido echar a funcionar.

    Como fabricantes de herramientas que somos, creo que no tenemos que menospreciarlas, pero hay que pensar cómo las usamos, y cómo hacemos que nuestros clientes las usen (¿estamos haciendo que nuestros clientes estén dominados por las herramientas que les creamos?)...

    Un saludo y a ver si escribo de una vez algún post yo también... :-)

    ResponderEliminar
  3. Alberto, si sobra, sí, sin duda... pero, ¿sobra? ;)

    Luis, un ejemplo perfecto de lo que quería comentar, muchas gracias!

    ResponderEliminar